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Celia Moreschi: Amnesia



Celia Moreschi

Amnesia

Instalación, 2017

Conocí la obra de Celia Moreschi en 2015, durante la Primera Bienal de Paisaje, organizada en Hermosillo, Sonora, y mostrada también en el Museo Carrillo Gil, de la ciudad de México. Entre los numerosos intentos de violentar el concepto de “paisaje” y transgredir sus implicaciones pictoricistas -algunos más eficaces que otros- la obra de Celia Moreschi destacaba por su introspección. Quiero decir que en aquel contexto, no parecía una obra obsesionada con nada que fuera externo a su propia realidad: un conjunto de charolas de laboratorio fotográfico, llenas de agua; unas placas de vidrio, que funcionan como espejo, en el interior de cada una; una fotografía impresa en cada vidrio; una serie de lámparas que, bien dispuestas, hacen que cada fotografía se refleje en la pared o en el techo de la sala; un dispositivo que hace moverse cada cierto tiempo el agua de las charolas para que las imágenes reflejadas se desvanezcan y vuelvan a reconstruirse.

Así descrita, esta puede parecer una forma demasiado complicada de mostrar fotografías, pero en realidad es una obra sencilla y de aspecto afable. Frente a la narratividad (la “locuacidad”, pudiéramos decir) propia de muchas expresiones de la fotografía contemporánea, Moreschi ofrece un espacio de silencio, una pausa que sólo es interrumpida por el murmullo del agua en la cubeta. Ese sonido, con el que la artista da el toque de sinestesia a su instalación, es una manera peculiar de introducir la evocación de la naturaleza dentro del espacio de la galería.

Esta es una obra ensimismada que reclama un espectador dispuesto a la contemplación. y a la remembranza. Es curioso, mas no contradictorio, que la instalación en Página en blando se titule Amnesia, mientras lo que parece su tema principal tiene que ver con la memoria y con la nostalgia. En todo caso es una contradicción productiva. El lugar común que nos ofrece Celia Moreschi es aquel donde el recuerdo y el olvido forman parte de la misma relación con el tiempo.

Amnesia se basa en la intervención y reconstrucción del objeto fotográfico, sometiéndolo a una especie de ubicuidad. La obra nos invita a atender tanto al objeto como a su reflejo, tanto a la impresión fijada en el vidrio como al fantasma que temblequea en la pared. Pero cuando parece que la obra de Moreschi sólo consiste en una representación bucólica del espacio o una representación melancólica de lo fotográfico, debemos reparar en que la instalación no sólo se basa en los reflejos en las paredes, sino que incluye el mecanismo que los produce. De hecho, son las cubetas, las lámparas, los cables que las unen, los sonidos del dispositivo electrónico y las transferencias de distintos tipos de energía en un mismo espacio lo que constituye la parte verdaderamente instalativa de “Amnesia”. No es el típico caso en que se esconde el aparato para dejarnos a solas con la ilusión. El talento de la artista ha consistido en mantener la ilusión pese a la exhibición del aparato.



Celia Moreschi es licenciada en artes visuales y maestra en Historia del arte, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde el año 2000, ha participado en exposiciones colectivas e individuales en México y Canadá. Ha sido becaria del programa Jóvenes Creadores del FONCA y del intercambio de residencia artística México-Canadá, Banff Centre. Ha sido seleccionada en diversas Bienales de Arte Nacional. Actualmente trabaja en proyectos relacionados con el paisaje, la memoria, la astronomía y la naturaleza, enfocándose en las interacciones entre el arte y la ciencia.


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