El término inteligencia artificial (IA) refiere a la proyección y producción de entidades artificiales capaces de operar de la misma forma que el cerebro y la mente humanas. Las creaciones, conceptuales y materiales, hechas por esta subdisciplina de las ciencias de la computación, van de la simulación formal a la creatividad y la indeterminación conductual; “pericos estocásticos”1 que imitan gestos y entidades complejas que plantean preguntas sobre la propia definición de inteligencia.
Esta tecnología ha sido particularmente exitosa en el campo del reconocimiento y procesamiento de patrones, habilidad fundamental pero no exhaustiva de la inteligencia humana, dentro de bancos de datos extremadamente amplios (big data). Los usos de esta capacidad particular han entrado en la vida cotidiana de las sociedades digitalmente tecnificadas con sigiloso estruendo; sin mención pública o mediática la IA clasifica nuestras comunicaciones electrónicas, nos presenta sugerencias personalizadas sobre productos, medios o amistades potenciales y, entre muchas otras intervenciones, nos indica las trayectorias más eficientes de traslado por el medio urbano.
La aparición en la arena pública y la transmisión mediática de contenidos referentes a la IA ha sido constante en los últimos meses. Es posible atribuir el repentino interés a los avances que esta tecnología ha tenido en el campo de la creatividad. La producción tanto de nuevos algoritmos (software) como de soportes electromecánicos de mayor capacidad de procesamiento (hardware), han permitido la generación y diseminación de diversas IA capaces generar contenido novedoso, es decir, no incluido en las bases de datos con las que es alimentada. Si bien el reconocimiento de patrones es una característica clave en la inteligencia humana no basamos en esta nuestra percibida excepcionalidad; la creatividad, en cambio, es fundacional para la segregación antropocéntrica.
La inteligencia artificial pone en cuestión las categorías conceptuales que promovieron su propia concepción teórica; consciencia, sintiencia, inteligencia son llevados a su límite explicativo y reclaman su transformación para continuar como medios de inteligibilidad productiva. La fotografía, en este sentido, ha recorrido ya este camino; conceptos como visión, objetivo, o realidad permitieron la formación de la fotografía en tanto objeto mental; aparecida su forma material, quedaron desestabilizados, vaciados de su carácter estatuario.
El hecho técnico, incluidas la fotografía y la IA, nos introduce a la morfogénesis. ¿Cómo nace la forma? La trayectoria que sigue una conexión sináptica al interior de un organismo celular hasta su materialización (temporal) en un objeto está marcada por conversiones energéticas y lingüísticas (expresión-interpretación)2. ¿Es posible vincular los procesos de transformación material y energética que permiten la fotografía con aquellos que El arte ha sido modificado por la técnica de manera constante. Es posible que hayamos alcanzado ciertos límites en la capacidad técnica de modificación externa; se abre así el horizonte de la modificación interna. Hardware y software biológicos entran a la caja de herramientas de la producción artística. Toda obra, sin importar el medio de producción, está representando con fidelidad algún aspecto de lo real. Como la plástica, las imágenes producidas mediante IA nos hablan del inconsciente colectivo en diálogo con la subjetividad; debemos hacer una reingeniería de nuestras habilidades lectoras. El código la geolocalización y el blockchain son parte de las nuevas huellas dactilares de la imagen.
1Término utilizado para cuestionar la capacidad de comprensión de los “grandes modelos de lenguaje” desde su reducción a sistemas de pronosticación probabilística. aparecida su forma material, quedaron desestabilizados, vaciados de su carácter estatuario.
2 El habla implica la traducción de señales eléctricas, posibilitadas por ciertas interacciones químicas, en movimientos biomecánicos que, a su vez, se transforman en vibraciones sónicas con el impulso suficiente para trasladarse por el medio atmosférico en forma de ondas recibidas dentro de tejidos capaces de percibir y reconvertir estas alteraciones sónicas en nuevas descargas eléctricas.
Objetivo
Realizar una introducción teórica a la inteligencia artificial (IA) como campo de conocimiento y proponer una reflexión crítica sobre las herramientas derivadas de esta para la producción de imágenes; ubicar esta tecnología la historia de la producción visual como base para el planteamiento de problemas y perspectivas que se desprenden de su utilización.
Forma de trabajo
El curso ha sido concebido tanto como plataforma expositiva como herramienta para la producción colectiva de conocimiento. Las sesiones que lo componen consistirán en la revisión grupal de lecturas y contenidos audiovisuales estudiados de manera individual en los días previos a la sesión, la presentación de conceptos, temas y problemáticas por parte de quien imparte el curso y una reflexión grupal en torno a lo expuesto.
Temario
Tema 1_ “¿Pueden ver los sensores? Inteligencia, consciencia y artificialidad”
Plantear un vínculo entre las prácticas y teorías relacionadas con el desarrollo de la IA y diversas teorías de la imagen.
Analizar los cuestionamientos introducidos por los cambios técnicos introducidos por los cambios técnicos en la producción de imágenes sobre las definiciones, teóricas y cotidianas, que estructuran la forma en que expresamos y estudiamos nuestra relación estética con el mundo.
Tema 2_ “Hablar con transistores. Lenguaje, codificación y traducciones energéticas”
Estudiar los fundamentos técnicos que estructuran la producción de imágenes mediante IA y las implicaciones materiales propias de las tecnologías involucradas en estos procesos.
Proponer una lectura histórica y metabólica de la producción visual como forma de acercamiento a la imagen y al medio socio-técnico en que esta se desenvuelve.
Tema 3_ “¿Quién es la herramienta? Producción control y agencia”
Revisar las implicaciones sociales y políticas en torno a las herramientas y sistemas que permiten la generación de imágenes. Buscar un acercamiento a tecnologías cuya opacidad técnica y económica presenta dificultades específicas para su consumo a escala individual, así como, para su regulación a nivel global.
Tema 4_ “La cámara planetaria y el archivo autogenerativo” Explorar las perspectivas futuras abiertas por las nuevas tecnologías de producción visual ligadas a la inteligencia artificial; la red global de equipos digitales vista como la composición fragmentaria de una máquina planetaria generadora de imágenes y de un archivo propio, cuya base son los contenidos generados desde las plataformas mismas.
Curso de 8 sesiones en línea. Del 05 de septiembre al 24 de octubre
Clases los martes, en un horario de 6 a 8 pm (hora de cdmx)
Imparte: Chema Palacios (UNAM)
Precio: $2000
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Formato de inscripción
Escríbenos a escuela@paginaenblando.com
Semblanza Chema Palacios
Ha realizado estudios parciales en urbanismo y geografía dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es miembro fundador del colectivo Proyector(2008-2015); grupo interdisciplinario basado en las ideas del habitar política, el pensar como un hacer y el conocimiento crítico de la producción espacial como fundamentos para la transformación de espacio urbano. Desde esta agrupación participa en la creación de la plataforma digital Ciudad Proyector, enfocada en la investigación y producción teórica, y en Ciudad Educadora, iniciativa dedicada al intercambio de conocimiento entre miembros de las disciplinas abocadas a la producción espacial y los habitantes de la zona metropolitana. Ha colaborado en diversas prácticas privadas de la Ciudad de México dedicadas a la arquitectura, el diseño y la planificación urbanística. Recientemente ha incursionado en teoría de la imagen y medios con interés en los sistemas de producción de imágenes a través de inteligencia artificial. Actualmente su actividad profesional gira alrededor del proyecto As we may think donde explora los temas antes mencionados a través de proyectos editoriales y educativos. Es miembro fundador de Espacio San Jerónimo,plataforma para la investigación de la relación entre imagen y producción espacial.