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Apostillas es una obra ensayística desde su propia concepción. Está basada en la colaboración entre distintos autores y en la lectura y la reescritura de diferentes textos. Su unidad está erosionada por el fragmento, como rindiendo homenaje al “cadáver exquisito”, ese juego que renombraron los surrealistas, en el que cada participante escribía el verso de un poema sin haber visto los versos anteriores.

En este proyecto, Mina Bárcenas reúne una serie de fotografías estenopeicas, hechas a partir del recuerdo de algunos de los libros que ha leído durante su vida. Una vez tomadas las fotos, Mina le pidió a algunos amigos artistas y escritores que leyeran los mismos libros que ella estaba citando y escribieran sus propios ensayos o poemas o relatos breves, atendiendo tanto a los libros leídos como a las fotos que ella había producido. El resultado ha sido una especie de juego de espejos, en el que diferentes textos se reflejan mutuamente, multiplicándose y desdibujándose en el acto. 

El término “simulacro” sonaría demasiado vulgar en este contexto. Sin embargo cada  momento de esta serie es un momento de interpretación. Cada imagen y cada texto interpreta a una imagen o un texto previo. E “interpretar” aquí significa dos cosas: descifrar y representar, incluso en la medida en que los textos y las imágenes de esta serie parecen “ejecutar” el programa implícito en otros textos y otras imágenes.

 

Mina Bárcenas trabaja atendiendo a procesos intelectuales para los cuales la fotografía es sólo una mediación más. Su investigación es sobre las relaciones entre las palabras, las imágenes y la memoria. Cubana, residente en México durante más de dos décadas, ha venido consolidando su proyecto artístico al margen de los lugares comunes de la fotografía local.

Apostillas es uno de los ensayos más finos y completos que hemos visto en los últimos años. Es una puesta en escena de la lectura que exhibe lo que hay de íntimo y de intransferible en la escritura. Aquí lo fotográfico se repliega para que aflore lo imaginario. Cada fotografía y cada escrito —y, sobre todo, sus intersecciones— preservan su propio enigma, su propia zona cifrada. Mientras tanto, su performatividad anuncia, una vez más, lo que hay de inconcluso en todo texto.

 

Mina Bárcenas: Apostillas

Junio 26, 2015, por Juan Antonio Molina

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