Un libro robado, una antología de sueños, la huella de un ciego en una página de Borges, dibujos obtenidos por la técnica del frottage en el muro de una construcción militar, objetos marcados por la luz, textos que nunca se escribieron. Cada obra de Ricardo Cuevas parece el relato de otra obra posible, pero no realizada. Cada uno de sus proyectos tiene algo inconcluso y utópico. Todo su discurso está atravesado por la ficción. Todas sus historias son de suspenso. Aunque pocas veces recurre a la cámara, todo el contenido conceptual de su trabajo tiene que ver con las claves del lenguaje fotográfico -la huella, la impresión, la presencia, la mirada, la verdad, el archivo- y sus reversos: lo invisible, lo improbable, lo imposible, la ceguera, el olvido. En esta exposición veremos esos tópicos, abordados mediante obras que procesan la realidad como ámbito poético y que pueden llevar la discusión sobre el índex a un contexto político.

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Juan Antonio Molina

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